Gracias, Presidente.
Akahata hace esta declaración en nombre de la SRI, IPPF y AWID.
Proteger los derechos económicos, sociales y culturales será imposible si no se reforma la arquitectura financiera global. El año pasado, Oxfam señaló que “los países con ingresos bajos y medios-bajos serán obligados a pagar casi medio billón de dólares por día en intereses y pagos de la deuda entre este momento y 2029”.
En los últimos años, hemos visto grandes movilizaciones en todo el mundo contra las violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales como la inseguridad alimentaria, la falta de educación y salud básicas, incluyendo el acceso al aborto, las pensiones insuficientes, el aumento del costo de los combustibles y la inflación, entre otras cosas. A menudo la respuesta fueron restricciones drásticas en el derecho de reunión, protesta y asociación, la represión policial y la creciente militarización.
Si no se abordan los sistemas de opresión, los derechos humanos son un sueño lejano. Dada la urgente necesidad de reformar la arquitectura financiera global, ¿cómo pueden asegurar el Consejo y otros actores que los esfuerzos por promover los derechos económicos, sociales y culturales no seguirán siendo superficiales? Si los sistemas financieros que provocan las desigualdades globales quedan intactos, será sólo una lavada de cara.