El presente informe alternativo al Comite de Derechos del Niño (CDN) de Naciones Unidas, para el examen de el Estado de Paraguay, es una contribución conjunta entre la Red Contra Todas Formas de Discriminación de Paraguay, la CDIA - Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia de Paraguay, Akahatá - Equipo de trabajo en Sexualidades y Generos, SYNERGIA - Iniciativas para los Derechos Humanos y SRI - Sexual Rigths Iniciative; para el periodo de sesiones 95 del CDN.
La sesión 41° del Examen Periódico Universal comienza el 7 de noviembre y marca el comienzo del cuarto ciclo del EPU. La sesión del grupo de trabajo se desarrollará del 7 al 18 de noviembre. En esta sesión serán examinados 14 países: Bahréin, Ecuador, Túnez, Marruecos, Indonesia, Finlandia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, India, Brasil, Filipinas, Argelia, Polonia, Países Bajos y Sudáfrica. En colaboración con aliades, la SRI colaboró en la preparación de informes sobre Sudáfrica, India, Polonia y Países Bajos.
En este evento paralelo indagaremos acerca de la historia y el resurgimiento de las políticas coercitivas de población, desde las políticas pronatalistas a la esterilización forzada.
Esperamos que el Estado Paraguayo cumpla efectivamente con la implementación de estas recomendaciones aceptadas ya que en las revisiones anteriores ha recibido y aceptado recomendaciones similares que aún no se han implementado.
Al mismo tiempo lamentamos que Paraguay no haya aceptado las recomendaciones recibidas sobre el aborto. Consideramos que ninguna recomendación relacionada con la discriminación y la violencia de género y con la salud sexual y reproductiva puede ser apropiadamente implementada si el aborto se encuentra penalizado.
Solicitamos que Paraguay revise su posición sobre este tema y que para la implementación de las recomendaciones aceptadas el gobierno paraguayo trabaje de manera conjunta y colaborativa con los movimientos y las organizaciones de la sociedad civil.
Sugerimos al Comité que desarrolle un análisis interseccional tomando en cuenta los sistemas, estructuras e instituciones capacitistas, racistas, clasistas, sexistas y patriarcales que definen la “productividad” y la “dependencia,” puertas de ingreso al mundo del trabajo. El Comité no debe caer en la trampa de reforzar valores sociales y morales patriarcales, racistas, capacitistas y clasistas en el concepto de “trabajo” al apoyarse en puntos de vista tradicionales acerca del trabajo, la productividad y la dependencia.
Por el contrario, el Comité debe refutar directamente esos valores reconociendo que tener trabajo no es condición necesaria ni equivale a la dignidad y mérito de las personas. Esos “valores” están atados a la idea de normalidad y deben ser cuestionados, por ejemplo, abriendo caminos para la dignidad por fuera del derecho al trabajo y al empleo: en esto consiste el derecho a no trabajar y aun así contar con condiciones materiales para vivir y disfrutar de la vida.
En este escrito proponemos que el Comité lleve a cabo un análisis interseccional reconociendo que existen sistemas, estructuras e instituciones capacitistas, sexistas y patriarcales que definen lo que se entiende por “productividad” y por “dependencia.” Luego subrayamos cómo el pleno disfrute de los derechos sexuales y reproductivos, entendido en un sentido amplio, implica la redistribución de recursos, legitimidad y poder, condicionando de esa manera el acceso al trabajo y al empleo, así como la posibilidad de conservarlos. A su vez, el acceso al trabajo y al empleo afecta el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. A modo de conclusión, se proponen cambios estructurales para favorecer el acceso al trabajo y al empleo, así como a los sistemas de salud, educación y protección social.